domingo, 24 de abril de 2011

SATISFECHA

Te lamentas de lo que crees que es mi desdén,
lo firmas con un
ni un te extraño

No temas,
sólo estoy si me invitan.

Aún sabiendon lo que sé,
mudos estarán mis labios,
quietas mis palabras.

Desearía ser como los vientos,
esos que cuando miras al cielo,
ves como arrastran a las nubes, y
llevármelas lejos, muy lejos

Dijiste que teníamos que
tomar nuestras distancias,
que necesitabas que te amasen,
pero que tambien
necesitabas no amar
Fué tu decisión.

Me quieres alejar
e irremediablemente,
vuelvo a tí.
Siempre estaré en tí.
Y ambos lo sabemos.

Quieres poner distancia,
hasta olvido de por medio,
pero me anhelas.
Es un hecho: tus pensamientos,
me buscan.

No solo despertaste
la parte que más dormida tenía,
abriste caminos
 que antaño,
consideré,
insondables,
me ayudaste a encontrar
el refulgir
que sin saber cómo,
extravié en una mente,
dificil de domar.

No puedes echarme ahora,
no sería justo.

¿Qué te hace insustituible?
¿Porqué no me eres incondicional?

Hasta aquí llegan los ecos
de puede que
más de uno
de tus mil lamentos.

¿Cúal es mi castigo?
¿De qué se me acusa?
¿De qué me he de defender?

En cualquier caso,
si este es el precio a pagar...

Sólo por saber
que he movido un ápice tu vida,
mil veces pagaría y
mil veces,
 me daría por satisfecha.
                       
                               Lola P. Robles

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