Tu dolor de cabeza
mi niño,
sufrir me hace.
Tus ojos brillantes
me alertan,
enfermito estás.
Tú me reclamas,
te abrazo y
mi calma te doy.
Un niño grande eres,
pues mayor haciendote vas,
más para mí,
cuando mis brazos
vienes a buscar,
me hace recordar.
Que guapo eras y
cómo te criabas.
Y cómo disfrutaba
con tu sonrisa.
Mi día iluminabas.
Por más que fantaseé,
la realidad que imaginé,
fácilmente superada fué.
A vivir me obligas,
mi existencia,
tú la llenas.
Mi pensamiento ocupas
noche y día y
día y noche.
Mi corazón acaparas y
no creas que me importa,
tuyo es.
Ven mi niño, ven,
que yo te curaré.
La sonrisa tierna me arrancas,Lola.Gracias por ello gracias por hacer un rincón a la inocencia.
ResponderEliminar