Mi interior
un mar embravecido es,
sus espasmos
como olas alborotadas
chocan sin cesar
Como si de Neptuno
se tratara, el amor
en mis lugares
quiere entrar y
allí morar.
Mil piedras coloqué,
la entrada camuflé.
Todavía hay escozor,
aún se tambalea el corazón.
Si pienso,
recuerdo y
si recuerdo,
pienso.
Trampas coloqué,
todas las libraste.
Alejarte quise,
hasta te rechacé,
a la cara te lo grité.
En vano fué.
En mi playa te apostaste,
resuelto, triunfante,
no aceptaste mi no
por respuesta.
Mi no
por respuesta...
cuando toda yo
gritaba si,
Tal vez mis vacios
con su si
ahogaron los no
de mi raciocinio,
Oiste mis gritos
tantas veces
reprimidos
por imaginarse
no escuchados.
Qué contienda estoy librando,
a quíen tengo por contrincante
son mis yoes
los que escucharon
arrevato y a luchar,
porqué se pelea,
que defendemos,
imposible soportar
cúando un momento
para pensar.
No sé
si quiero
dejarlo entrar,
Cierto es que
vivir otra vez quiero,
arriesgar,
apostar
saber
hasta donde llega una ilusion,
desquitarme de la deseperacion,
provocar a la razón,
aliarme con el riesgo,
pelear por mi, esta vez,
alejar los sinsabores,
deshechar los miedos
olvidar las impotencias.
...pero no sé
si dejarlo entrar
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